Somos una congregación fundada en el año 1901, afirmando nuestro compromiso con Jesucristo como Señor de la creación y esperanza redentora de la humanidad. Como comunidad de fe proclamamos las buenas nuevas con la convicción absoluta de que esa es nuestra misión y deber supremo, según se nos encomendó en la Gran Comisión. Afirmando que la Biblia es la Palabra de Dios y nuestra norma de fe y conducta.
Conscientes de esta responsabilidad, buscamos con diligencia discernir la voluntad de Dios en oración, consagración y en la edificación mutua. Para cumplir con estos esfuerzos y propósitos, esta Iglesia establece su dependencia total en la dirección, poder y sabiduría que imparte el Espíritu Santo.
Esta Iglesia está afiliada a las Iglesias Bautistas de Puerto Rico y a las Iglesias Bautistas Americanas. Conservando, asimismo, su autonomía en relación con la afiliación o cooperación con otras organizaciones y otros cuerpos denominacionales.